La importancia del e-commerce en la Propiedad Industrial e Intelectual

No hay duda que hoy por hoy la venta online se ha convertido en el sistema de venta de más crecimiento. Gigantes del comercio electrónico como Amazon se han posicionado a nivel mundial y gracias a su apoyo a los marketplace permiten que cualquiera pueda tener una tienda privada sin necesidad de una gran infraestructura. El devenir de muchas industrias pasan por el e-commerce. Sin embargo, éste no sería posible sin la existencia de la propiedad industrial e intelectual, os contamos las razones. 

 

 Aunque parezca obvio, cabe recordar que a la hora de vender cualquier producto necesitamos la autorización expresa del autor ya sea físico o jurídico. Pero más allá de la autoría, hay que destacar que todo lo que hace funcionar el e-commerce está basado en la Propiedad Industrial: desde redes, circuitos integrados, programas informáticos etc.

 

 Además, las empresas de e-commerce que trabajan con productos originales están muy unidas al devenir de la Propiedad Industrial debido a las licencias sobre productos o patentes. También al uso interno de la propia tienda online, pues lo primero a tener en cuenta es ser el titular del contenido del sitio y sobre todo, en caso de utilizar sistemas e-commerce externos, hay que asegurarse de tener un acuerdo de licencia (o bien que la empresa que ha creado la web la tenga).

 

La estrategia de marca

 

 Volviendo a la marca en sí, la Propiedad Intelectual e Industrial se vuelven imprescindibles de cara a crear un e-commerce efectivo. Enfocarse en una marca propia es la estrategia que mejor resultado suele dar a la hora de establecer publicidad en cualquier medio de Internet. Vender a través de los productos que ofrecemos por Internet generalmente sólo nos ayuda a producir más ruido en la red y quedar relegados a una posición de ranking muy deficiente, sobre todo si lo que vendemos son productos muy generales como alimentos o productos electrónicos obtendremos unos resultados inferiores a enfocarnos en construir una marca.

 

 Si lo que queremos es vender a un nivel medio, lo mejor es enfocarse en los distintos Marketplace existentes, de manera que trabajaremos sobre un sistema integrado y que aunque generalmente tenga unos costes elevados por cada producto vendido, estas tiendas online permitirán que conozcan nuestros productos de manera más generalista.

 

 Aun así, la mejor opción de cara al largo plazo es invertir en la propia marca, realizar un estudio de crecimiento en base a varias etapas y estrategias ligadas, el primer paso es registrar la marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Después se debe generar contenido online que dirija el tráfico hacia nuestra tienda online, la parte más complicada, sobre todo a nivel económico, debido a la enorme competencia de la mayor parte de los sectores de venta online.

 

 En ese sentido, lo que debemos buscar es el impacto de marca, conseguir en un primer momento la mayor parte de impresiones posibles para que el público conozca o, al menos, haya oído hablar de la marca. El objetivo a todos los niveles es, por tanto, el posicionamiento de marca.

Propiedad Intelectual y dominios

 

 Otro de los impactos a tener en cuenta en el cliente potencial es determinar el dominio y con ello la personalidad de la empresa. Es fundamental haber registrado previamente la marca antes de obtener el dominio, ya que de lo contrario nos arriesgamos a que registren nuestra marca antes que nosotros. 

 

 Es posible que lo que se quiera vender es sólo un tipo de producto en particular, por ejemplo, pintalabios. Y sobre ello decidamos tener un dominio online lo más genérico posible para conseguir más visitas, en el ejemplo sería www.pintalabios-madrid.com. En teoría, los manuales de SEO básico nos dirán que estamos haciendo lo correcto, ya que tanto el producto como el lugar son dos términos básicos que se utilizan en cualquier buscador miles de veces al día y por tanto obtendremos con poco esfuerzo muchas visitas, otra cosa es que consigamos ventas, y es que está demostrado que dominios muy genéricos restan confianza en el cliente potencial y es posible que vayamos en contra de nuestro propio producto por tomar este atajo.

 

 Hay que tener mucho cuidado también en establecer un nombre que no se asocie en exceso con otra empresa del sector, y es que sino corremos el riesgo de ser denunciados y perder nuestro nombre. (Un ejemplo claro es “VIPS” y “Tienda VIPS”, ya que aunque la primera es un restaurante, solía contar con una tienda propia en su interior, por tanto una empresa que quisiera llamarse Tienda VIPS entraría en conflicto con ella).

 

 Por tanto lo fundamental es establecer una marca propia que tenga un nombre atrayente e intentar dotar de personalidad a esa marca (por ejemplo Mercedes es sinónimo de clase, Porche de estilo y Ferrari de poder económico).

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